jueves, 8 de enero de 2015

Tengo un plan.

Ese soy yo, intentándolo. Parado sobre mis propios hombros para tener una altura mayor, trato de no hundirme escalando sobre mí mismo, y paso horas resucitando buenos recuerdos para pasar un buen sueño.
Ese era yo, con los dientes contra el asfalto, evitando levantar la mirada para no descubrir quien está viendo mis desgracias. Tal vez tenga un plan que me hunda en lo mas profundo de mi dignidad para luego salir a la superficie, me llevará algun tiempo. tal vez un año, quizás dos, tal vez necesite volver a donde todo comenzó, necesito ir juntar fuerzas y volver, esto no es para débiles, y los fuertes se hacen esperar, se hacen esperar.

martes, 30 de julio de 2013

Lo que me susurraron al oído.


Descubrí que tus risas ya no te contienen, que tu pasos ya no resuenan, que ya no te debo nada, o casi nada, tal vez te debo las visitas de domingos por la tarde, la consideración te la debo, la felicidad te la debo, te debo el amor que esperaste de este montón de hielo, te debo los besos y las sonrisas, aun lo debo todo.
 Pido perdón por creer que tus voces callarían por siempre
Pido perdón porque mi corazón no se aceleró cuando el tuyo dejo de latir,
Te debo la lágrima y el minuto de silencio
Te debo las prendas negras del luto de mi alma que usaba con frecuencia y que al fin abandoné para colorear mi vida, cambiar mi vida.
Te pido perdón por odiarte y tan solo sentir un alivio al saber de tu muerte
Pido perdón por mi frialdad y por el resentimiento que me contiene,
Pido perdón por la distancia, distancia que siempre existe, siempre existirá mientras esté con vida, siempre detrás de la falsa alegría se esconderá la tristeza, la distancia que me impusieron desde niño, la distancia entre mi alma y mi corazón.
En medio de toda esa distancia no hay nada, solo oscuridad y vacío esperando ser llenado por los sueños que no concreté, por los besos que no recibí, por los abrazos que mi triste mirada reclama a gritos.
y aquí estoy sentado entre un montón de gente, sonriéndoles, mientras me derrumbo por dentro, me autodestruyo y doy vida a unos tristes versos que mueren mientras llegan al punto final, como todo lo que cobra vida, nace, brilla y se oscurece al fin, se extingue al fin, como toda la luz que ya no te contiene o quizás nunca te contuvo, tal vez siempre estuviste muerta, o quizás siempre estuviste sola en la oscuridad, intermitente como si fueras una luciérnaga en un intento de brillar por siempre.


Sus cancerosos ojos tristes.

Puedo nadar en ellos, puedo ser el reflejo de tanta tristeza,
puedo crecer ahogándome en las lágrimas de sus angustias,

esos ojos, tristes y cancerosos, me vuelven fuerte,
Me juzgan y se enorgullecen,
joven promesa que supe ser,
prometí enjaular mi versión oscura, lejos de ti,
esa mirada que tanto mal te hacía,
grita desde el fondo de mi alma,
con sus alaridos escalofriantes, me ruega libertad
veo que no me acostumbro a cumplir mis promesas,
supongo que no entiendo como hacerlo,
necesito las cadenas de tus tristes ojos,
anclándome al camino recto,
siempre, constante hasta los días después de la luz de tu sonrisa,
Hasta que desde las lágrimas de mis penas broten,
esas versiones de mi mismo que llegaran mas lejos,
algún día toda esta oscuridad se disipará, en la profundidad de unos bellos ojos,


y podré descansar en paz, podré dormir por siempre.